El dia a dia en la Floresta
Desde la llegada en el bus de la empresa Copsa, ya era toda una aventura, mi padre nos hacia a mi hermano y a mi, poner los bolsos que llevaríamos, junto a la puerta de salida del apartamento, el contaba los bultos y así comprobaría al bajar del bus. que no nos dejaríamos nada en el. No era un viaje largo casi dos horas, en una carretera muy pintoresca y que íbamos memorizando los diferentes balnearios de la costa, otro de las artimañas de mi papa para mantenernos calmados, así que no ayudaba a saber cuanto faltaba para llegar. Frente al puente del arroyo Sarandí Al bajar del bus y mi padre comprobar que teníamos todo, nos decía que respiráramos profundo tres veces, y disfrutáramos del olor a los pinos o eucaliptos, que realmente son dos perfumes que no se te olvidan mas en la vida. En los años del Estella Maris, yo era chica y no recuerdo mucho si había una rutina, pienso que al llegar había que guardar la ropa y los