Los tios

 

                               Mis tres tios, hermanos de mi mama, Carlos, Luis, Y Pepe

No puedo dejar de mencionar a mi tío Carlos, el hermano menor de mama, que desde los comienzos compartió asados, colaboraba con el mantenimiento de la casa hacia arreglos diversos. Esto me hace recordar una anécdota que hasta el día de hoy es un motivo de risas, y que doce mucho de los dos personajes, mi tío y papa, que cero que siempre hubo un gran lazo entre ellos dos, a pesar de la diferencia de edad, el era también su ahijado y primo, siempre se notaba el respeto que mi tío tenia por mi padre, y al mismo tiempo mi tío quería hacer las cosas el solo, y demostrarle a mi padre que el era capaz. 

Un día Carlitos se disponía a cortar una madera y papa noto que no había medido nada, y no quería discutir pero al mismo tiempo quería hacerle notar, y lo que encontró mas acertado fue preguntarle -un metro y cuanto? Pues eso nos hizo reír mucho y recordar como comenzaban las discusiones en la casa.

                                                              
Creo que de todos los tíos, uno de los que mas disfruto de la casa era Pepe, el vivía en Nueva York y venia a Uruguay todos los años, pero muchas veces hasta venia antes que su esposa Ester, solo para poder ir a la casa y disfrutar de la playa, fue un nadador nato, socio del club Neptuno, donde jugaba Waterpolo, así que disfrutaba muchísimo los baños en esas playas tan hermosas, y siempre dejaba un regalito para la casa, como un ventilador o algo que el traía directamente. Varias veces coincidimos con el, y disfrutamos mucho sus charlas, y las visitas de mis primos que al saber que estabamos de paseo de los Estados Unidos, aprovechaban paara pasar unos dias, o solo de pasada, todos guardan muchos recuerdos gracias a la fenerosidad de mis padres, que siempre quisieron compartir la casa con la familia y los amigos.


Los primos de mis padres.
Tanto sus primos como todos esos sobrinos, o alquilaban por la temporada o iban de huespedes.


Las charlas al atardecer, luego de una buena siesta, y disfrutando de un cafecito recién colado, era uno de los mejores placeres, las grandes charlas sobre política o el mundo en general, y los cuentos detallados de mi hermano sobre su vida y trabajo en San Pablo, lo cual era un apasionado de su óptica.

Mi sobrino Pablo Astigarraga

Carlitos y Rosalba, disfrutaban mucho también, acompañaban a mis padres casi todas los fines de semana que ellos iban, sobre todo para facilitarles el traslado, ya que es bus de Copsa era muy difícil subirse ya para dos personas mayores. Aquí en esta foto estamos con Pablo el hijo de mi primo Gerardo, que era su primera vez en la playa, lo disfrutamos todos.
A Rosalba le gustaba tejer, y ella me alentaba a mi a tejer, y mama prefería el crochet, así que en las tardes luego de la siesta, se aprontaba el mate, y nos sentábamos en el frente de la casa, el mas fresco a esa hora, la que nunca le faltaba una labor era a Rosalba, y también era la que me ayudaba a mi con mis dificultades, me regalo una revista de tejidos, que es un tesoro para mi, " El arte de tejer".




Mi tía Elsa fue mi compañera y mi amiga, muchas veces me acompaño a la playa, sobre todo en mi convalecencia del infarto, no le gustaba ausentarse mucho de su casa, pero igual yo la convencía de venir con migo, también acompaño mucho a mis padres, al ser la única hermana de papa, que tenia, siempre la protegió y acompaño en sus momentos difíciles en la vida. Sentada en uno de los sillones hechos por su padre, mi abuelo, que todavía se conservan dos de esos y ella tenia una mesa también del mismo estilo, fabricada con el talentoso abuelo Delmiro.


Mis tíos Raquel y Fito Altieri, ellos también disfrutaron de un rico asado, y las interminables charlas, que como Vivian en San José, cuando se veían, tenían que ponerse al día con toda la familia y los amigos de la infancia, y los mayores acontecimientos en el departamento tan amado por mis padres.


Y que puedo decir de mi adorada Irma, con esa todo de vos suave, y ese cariño siempre por mi hermano y mi, le encantaba la playa y tomar sol, ella tenia su lugar en el costado de la casa, donde le poníamos la silla y se pasaba sus ratos bronceándose, muy coqueta y siempre habilidosa para los tejidos, yo la admiraba mucho y siempre le pedía que me mostrara lo ultimo que había hecho para sus muchos nietos, cuñada de mi padre, y siempre también se sintió protector, ya que enviudo muy joven, con tres hijos, en la foto esta una de ellas, Noela, que vinieron para celebrar los 80 de papa, y se puede ver la carpa atrás, acá no había razón para no llegar y quedarse.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Mis Recuerdos

La luna de miel

Los recuerdos de la gente