La Construccion

En esta foto vemos a mis tíos Luis y Carlitos, junto a mama

                                      

Fue un gran esfuerzo la construcción, ya que comenzó como tantos proyectos en la vida, con muchos deseos de hacer algo que fuera para disfrutar con las comodidades que mejor se pudiera, pero luego vinieron tiempos difíciles, en el pais y en la vida de nosotros como familia, así que el proyecto aquel de Joan José Sotuyo, el arquitecto y amigo de la familia, fue viéndose afectado y teniendo que eliminar algunas de las ideas, que tan brillantemente, plasmo aquel amigo tan querido de nosotros.

Los Sotuyo fueron una parte imborrable para esa casa, no solo porque fue el que la diseño, sino que era una familia que de los comienzos estuvo presente, y no me extrañaría que el terreno fuese adquirido por consejos de Juan José y Sarita, ya que era frente a la casa de ellos. Recuerdo varias vacaciones en la casa de ellos que se llamaba Los Cocuyos, a la cual yo pasa veranos con ellos, hermosos recuerdos, y una amistad, para mi serán mis hermanos, gracias al amor que nuestros padres se profesaban.

Recuerdo una anécdota que nos reíamos siempre al recordarla, recién en los comienzos de la construcción, que comenzó con una pieza con baño y un parrillero en el fondo de la propiedad, mi padre se le ocurre decir que pondríamos pinochas en una parte, y mi mama que ya tenia seguramente planeado donde pondrías sus planta, de un tono muy autoritario dijo- donde?, y papa muy rápido dijo -aya- que seria el terreno adyacente al nuestro.

Así comenzó la construcción, con mi abuelo ayudando a planear todo el proyecto y ya comenzábamos las reuniones al rededor de la parrilla. La cual fue fundamental en la vida de la casa, donde se realizaban las charlas en la noche, mientras se asaban los chorizos y con ruedas de mate, bajo la parra.

Primero como dije fue una pieza con su baño pequeño, donde cabían tres camas y un enorme ropero, luego cuando uno llegaba tenia que sacar las cosas para afuera, para poder entrar a la habitación, todo organizadamente cabía en ella, mesa, sillas, garrafa y cocina, bicicletas varias, bancos largos para una gran esa de caballetes, todo tenia que ser puesto de una manera especifica, para que entrara sin problemas, y luego podíamos acomodar las camas, que tenían varios colchones, o sea que podíamos dormir varios.

Así comenzamos a ir con amigos y familia, la casa demoro unos cuantos años en terminarse, pero no era impedimento para disfrutar de la playa y de las reuniones. Desde esa pieza yo salía vestida a los bailes en el club o en el Barracuda, u otra discoteca. Con mi hermano nos fuimos haciendo de muchísimos amigos, que aun estamos en contacto, y siempre recordamos los buenos tiempos de la juventud.

                                                                 Mi papa y mi primo José Luis

                                                    Papa, mama, yo y mi primo José Luis

 

Papa y Yuyo, la esposa de mi primo Elbio

En los años tristes de la dictadura, a mi padre lo acusaron de haber construido la casa con plata de la jefatura, pero mi madre que era una guerrera, pudo probar cada ladrillo que se puso en esa vivienda, y luego de 24 meses, lo tuvieron que liberar a mi padre de una prisión injusta, cuando mi padre nunca se robo un lápiz, y le tuvieron que devolver su cargo con sus derechos jubilatorios, lo que si perdió en ese ínterin, fue su imprenta, que tanto adoraba, su socio aprovecho para apropiarse y vender hasta la ultima maquina. Pero mi padre nunca guardo rencor ni a sus compañeros que lo acusaban, para salvar su pellejo, ni de los carceleros, es mas luego de salir en libertad visitaba a sus empleados, como tampoco nunca busco retribución por el daño que le causaron. Mi padre era un alma sin odio ni rencor, nunca quiso hablar de las penurias que vivió en ese encarcelamiento tan injusto, y donde también trabajo mientras estuvo en cautiverio, ya que por sus ano en esa institución, savia su funcionamiento.