Los Grupos

Y que podemos decir de los grupos, familia y amigos por igual, grupos de las pensiones de señoritas que tenia mi mama, cumpleaños, Navidades, invierno o verano, siempre era buena época para reunirse, dormir no era problema había colchones de sobra, y sino lugar para carpas. Poder ir al Barracuda a bailar, y de regreso venir con los biscochos calentitos de la panadería, y muchas veces antes de que abrieran, ya que eran amigos de nuestro grupo.

Muchos jóvenes de la familia o amistades, pasaron las lunas de miel en esa casa, la ultima Reunión grande fue el cumpleaños que pasamos, fue los 80 de mi papa, que asistieron mas de 20 personas. En esa ocasión se dijeron palabras de alago hacia los dos, los jóvenes no se olvidan que siempre contaban con mis padres, y muchas veces se les prestaba la casa. Papa tenia las instrucciones en una tablita, como conecta el agua, prender el calefón, y luego instrucciones para cerrar y dejar todo en orden y limpio para el próximo que viniera a disfrutar.

Y mama tenia un cuaderno con diferentes solitarios que se podían hacer con las cartas, como rompecabezas, que era el entretenimiento mejor para las noches o los días de lluvia, y en invierno con la estufa a leña prendida, era lo los inolvidables placeres de estar en esa casa, así mismo podías hacer una carne en la noche, sin tener que salir al parrillero, pero si estaba dentro de las instrucciones como deja r esa estufa limpia y depositadas las cenizas en el lugar apropiado.

Cuando nosotros dos emigramos, mi mama instalo dos pensiones para señoritas, que gracias a la simpatía de ellos, que se convirtieron es su segunda familia, y cambiaron los grupos, ahora eran muchachas del interior, y de la misma manera que sus padres, que muchas veces alquilaban la casa, y siempre dejaban algo de regalo, o un adorno manual, o mas hasta comprar algo lindo para la casa. el grupo mas numeroso que durmió en la casa fue de 20 personas, no preguntes donde pusieron los colchones, pero eso era lo de menos, las guitarreadas se escuchaban en el vecindario.

Luego fueron los amigos de nuestros hijos, que también muchas ocasiones alquilaban la casa, y así ayudaba a pagar los gastos que esta generaba, pero lo importante es que los jóvenes y no tan jóvenes, seguían viniendo, y disfrutaban del olor a los pinos cuando el sol los calienta, y en las tardes escuchar a las palomas en su cantar melancólico, que te anuncia que el sol bajara pronto. La instrucciones de papa fue fundamental para que todo se conservara en buenas condiciones, también decía que había que reponer los comestibles que se usaran, como la yerba, ya que los próximos podían llegar en la noche y estar todo cerrado, asi que siempre te encontrarías con unas sopas de sobres, harina, azúcar, y fundamental la yerba. Claro que papa también tenia un escondite perfecto para guardar su botellita de grapa, que les gustaba tomar una copita a los dos.

Guillermo un amigo de mi hermano ya fallecido, me decía que siempre se sentía como en su casa, que mis padres siempre estaban contentos de recibirlo, que para el fue algo muy importante, ya que sus padres eran divorciados y el encontraba en mis padres alguien que lo escuchara, el recordaba la sonrisa de mi padre que dice es algo que jamás olvido.

Los viernes al salir de la escuela, venían corriendo a dejar los útiles y recoger la ropa ya empacada, y llegar a tiempo a tomar el bus, antes que se terminara la hora para el boleto gratis, y así salían raudos los abuelos, con los dos nietos, y hasta tres si estaba Sasa

Y la música, tambores o guitarras, pero siempre mucha alegría, motivos la e celebración no faltaban.

En esta foto, estaban los amigos Brindisi, como la abuela Zulema y Martita, la que bailo al ritmo de esos tambores. Esta familia es otra de las tantas que la amistad duro una vida para mis padres. Y Marta Brindisi fue alguien que acompaño a mis padres en los últimos tiempos, y un día me dijo, - tu mama cuido a la mía y eso no se olvida-.

En esta ocasión mis primas Ana y Vilma, junto a mi tía Elsa, pasaron unos días con nosotros, y nos dedicamos a la genealogía como es nuestra pasión.

Trabajamos mucho en la genealogía familiar que tenemos en común, planeamos mas trabajos y disfrutamos un hermoso día con mucho mate y biscochos.

Ana ha sido una colaboradora increíble, con mucha paciencia para revisar innumerables microfilms, o recoger el cementerio y localizar nuestros antepasados.

Seguiremos haciendo planes para reunirnos nuevamente, y seguir con los cuentos de lo que es nuestras búsquedas en el árbol familiar y tratando de encontrar esos eslabones que se pierden, en una pasión que las tres compartimos

Este día fue fantástico, con mis primos Héctor y Noela, y toda su prole, esos momentos que no pensas que nunca mas se podrán repetir, Y que mi hermano y yo estuviéramos juntos en esa casa, era como que marcaria una nueva vida una nueva etapa.

Con mis primos de San José, la familia de la hermana de mi abuelo materno, tengo y siempre tuve un afecto muy especial. Mi abuelo era muy cercano con sus hermanas, pero con Consuelo tal vez era especial, y así se van pasando los afectos, luego mis dos tías, Raquel y Consuelo, fueron muy queridas por mis padres y así lo demostraron en los últimos años. Tamicen este momento único e irrepetible, ya algunos no están entre nosotros, y es cuando mas se valora lo que se tuvo.

Mi tía Elsa la inseparable, mi confidente y amiga, la dulce y cariñosa que pronto se gano el gran afecto de mis hijos, ella ayudaba mucho a mi mama, cuando mis hijos recién se mudaron al Uruguay, una luchadora siempre servicial y compañera, nos dábamos celos con mis primas Noela y Nora, diciendo quien era la sobrina preferida, pero creo que para ella éramos todas muy especiales, ya que nunca tuvo hijos, y bueno los biscochos no podían faltar en ninguna Reunión, era la invitación a la rueda de mate.

Ese año fue increíble cuanta gente se acerco a saludarnos, fue la despedida perfecta a esa casa con tantas historias, mi amiga Adriana y su hija Tamara, que desde bebita ha ido a Floresta, fue muy grato y con Adriana no paramos de charlar, con un mate de por medio no hay quien nos calle. Son esas amistades que ni el tiempo ni la distancia parecen existir.